Día mundial del libro y del derecho de autor

leer-es-poder

Para celebrar el Día mundial del libro y del derecho de autor, os ofrezco un corto diálogo entre un abuelo, de más de noventa años, y su nieta adolescente, que está ubicado casi al final de mi novela «Al otro lado del océano»:

         «El inexorable paso del tiempo le había convertido en el abuelo que había tomado el relevo al suyo.

Cuando tenía oportunidad, solía hablar a su nieta, respondiendo, a su vez, a sus preguntas.

-Alejandra, he viajado por todo el mundo. Conozco a personas de todas las religiones. Algunas son gente muy extraña. Por ejemplo, imagínate a católicos asistiendo a misa puntualmente, tomando buena nota de los sermones dominicales y pregonando lo que no hacen; algunos son seres humanos que devoran al prójimo con su lengua intolerante. Como sabrás, hay gente millonaria, pero infeliz. Sé de otros que se reúnen, con su familia y sus amigos, para quejarse. He tratado a otras personas que han hecho de la estupidez su manera de vivir. También, cómo no, he conocido y conozco a seres extraordinarios. De estos últimos, procuré y procuro aprender.

>>Cuando hables, pon atención y elige con cuidado las palabras que dices, porque éstas son intención, dirección y fuerza; por eso me gustaría que descubrieras el mensaje oculto que se encuentra tras ellas. Procura acallar tu mente de preocupaciones innecesarias y disfruta del silencio, que es la clave de muchas cosas importantes; escucha lo que te dicta tu corazón, su latir, su energía, a cada microsegundo, el Amor que emana…

Abuelo y nieta siempre buscaban momentos de intimidad para hablar. Ella no salió a su madre ni a su abuela; por eso, siendo muy joven, ya mostraba una inteligencia y honestidad excepcionales, parecidos a los de su abuelo.

Ambos guardaron unos momentos de silencio, pero la joven, aquél día, volvió a requerirle:

-¿Existe Dios?

-Alejandra, para mí, lo importante no es si existe. O si creo en Él. Lo realmente importante es creer en mí. De la misma manera, si existe, no lo vas a encontrar en el intelecto, puesto que la Inteligencia Divina está en el corazón. No obstante, respondiendo de otra forma a tu pregunta, me quedo con lo que voy a compartir contigo a continuación. Visualiza, como mejor te parezca, a una célula de cualquier tejido de nuestro cuerpo; el muscular, el óseo, el nervioso o el sanguíneo, entre otros. Tal vez, la célula de la que te hablo, debe «ver» al tejido del que forma parte como a Dios, dado que, dicho tejido, está formado por millones de células y es de un tamaño gigantesco comparado con ella. Por el mismo motivo, este tejido, también debe tener la «creencia» que el cuerpo humano es Dios, puesto que, el cuerpo, en su totalidad, es enorme, comparado con el tejido. ¿Me sigues? Ahora, volvamos a la célula. Sabes que, cada célula animal, está compuesta, a su vez, por diferentes corpúsculos: núcleo, mitocondrias, vacuolas, aparato de Golgi, etcétera. Pues bien, piensa en una pequeña vacuola. Si ella, de alguna manera, tiene conciencia del resto de la célula, de la que forma parte, ¿crees que sería una vacuola osada si pensara que ella es Dios, y los otros «compañeros» de célula, también dioses? Conclusión: cualquier componente celular, la célula, el tejido; el hombre que, a fin de cuentas, es una célula del tejido formado por la multitud de hombres y mujeres de la Tierra; todos, somos dioses. Tú, Alejandra, eres Dios. Yo, soy Dios. No le doy más vueltas al asunto.

-¿Qué es la verdad?

-La verdad… -El anciano se detuvo unos instantes, sólo para suspirar, porque tenía clara la respuesta-, es aquello que no mancha los labios de quien la dice, pero sí la conciencia de quien la oculta. Como persona, te hace más fuerte. La verdad no puede hacerte daño, ni perjudicarte de ninguna manera. Ella tiene una fuerza intrínseca, mientras que la mentira no es sino una frágil fachada que sólo puede mantenerse a costa de grandes esfuerzos, condenados a un irremediable fracaso. La más común de las mentiras es aquella con la que uno se engaña a sí mismo. Cada uno debe construir su propia verdad, a partir de sus experiencias personales. Cuanto más se esfuerza uno en rechazar cosas indeseadas, más cosas indeseadas atrae a su experiencia; por eso mantengo mi mente tranquila.

Observó a la joven, la siguió con la mirada por unos momentos, y continuó:

-Alejandra, te recomiendo que vivas y obres, siempre, conforme a tu conciencia, puesto que las respuestas que buscamos están en nuestro interior, en la parte subconsciente; que a nadie entregues tu mente y te tomes el trabajo de no buscar más aprobaciones de ningún otro ser más que tu propia aprobación; de lo que eres y haces. Como recomendaba Einstein: «Déjate guiar, sobre todo, por tu intuición»; ella es lo único realmente valioso; según él, la intuición es un regalo de Dios. Conviértete en lo máximo que puedes llegar a ser, no en una vulgar caricatura de ti misma. Es importante que estés aferrada a quién eres realmente, a tu esencia, no a lo que los demás quieren que seas.

>>Reconócete, porque eres mucho más que lo que ves en el día a día. Eres un ser completo que está lleno de energía vital, por fuera y por dentro. Eres energía constante, capaz de transformarse en toda la Luz que desees y con cualidades para poder cambiar lo que quieras, con solo desearlo. Debes proseguir con tu tarea de madurar, lo cual no significa convertirte en una mujer seria o estricta. Madurar, por el contrario, implica bromear, sonreír, amar…, sin olvidar nuestras responsabilidades, aceptando que ya no eres una niña, aunque un día lo fuiste.

Y el abuelo, que ya había cumplido los noventa y uno, continuó su examen de la mente humana, con la misma escrupulosidad que pudiera emplear un botánico para clasificar especies raras.

-Para aquellos que son incapaces de ver el mal, el mal no existe. El mundo no es sino el reflejo del ser interior. Nieta, las condiciones de tu vida no son sino la imagen reflejada de tu vida interior. Si no tienes debilidades, nada que atraiga los problemas o el mal, entonces el mal no te tocará, ni el peligro te amenazará. Reafirma constantemente el principio de que el mal no existe. El resentimiento, la culpa y la crítica, son las reacciones humanas más perniciosas para nuestra salud. Estoy convencido que cuando nos amamos de verdad, a nosotros mismos, todo funciona de maravilla en nuestra vida. Creo que liberar el resentimiento puede llegar a curar el cáncer, por ponerte un ejemplo. Mi abuelo me daba esta clase de recomendaciones, cuando yo tenía más o menos tu edad. Por cierto, aprovecho la ocasión para decirte que, todo cuanto oigas, aunque venga de mí, lo valores y sólo te quedes con lo que es válido para ti. Y recuerda que no soy un sabio, como me has dicho en más de una ocasión, tan sólo un enamorado de la vida.

>>Ya estoy cansado de hablar, aunque quiero comentarte algo más, antes de finalizar. Deseo estar equivocado con lo que voy a decirte: Creo estar asistiendo a la decadencia de una sociedad mental, espiritual y físicamente enferma; fenómeno que pienso es favorecido por las grandes multinacionales, grupos de empresas, que tienen mucho poder, ganan mucho dinero y todavía quieren ganar más y más; sobre todo, a costa de las personas desfavorecidas; las pobres, las ignorantes, las decrépitas… Cuando estés sentada en cualquiera de los cafés de la Zona Rosa, en la calle Copenhague, como sabes, junto al paseo de la Reforma, mira pasar a la gente; ése sin fin de rostros cansados, estresados, desilusionados, desconfiados, desencajados… Algunas de estas personas parecen ir pidiendo ayuda por la calle, anhelando un hombro generoso, amable y solidario, en el que apoyarse. Este Sistema, que aún parece tener mucha fuerza, pronto iniciará su decadencia, hacia su total extinción, sin posibilidad de retorno, porque no es sostenible ni humano.

-Abuelo, una última pregunta. Hace unos momentos me decías que, cuando nos amamos de verdad, todo va bien en nuestra vida. Entonces, según tú, ¿qué es el amor?

-Si esta pregunta me hubiera sido formulada hace sesenta años, no hubiera encontrado una respuesta, porque entonces era una persona bastante racional, incluso muy escéptica; no obstante, a lo largo del tiempo, he ido comprendiendo algunas cosas, y evolucionando; muchas veces, a base de golpes. Digamos que, incluso, me he vuelto, no sólo más sensible, sino…, espiritual. Ahora, te respondo: Lo primero que quiero decirte es que necesitarás amarte para amar, valorarte para valorar a los demás, aceptarte para aceptar; es decir, nadie puede dar lo que no tiene. Lo segundo que quiero transmitirte es que el odio y la indiferencia son los opuestos al amor, sus antídotos. Por tanto, te aconsejo que ames sin medida, sin duda o permiso. No tengas miedo de amar, porque todo lo que existe es amor. El amor lo cura todo, trae armonía, luz y aleja las preocupaciones. Es la energía del alma y lo único por lo que merece la pena vivir. El amor… El amor es… ¡El amor es todo!»

Presentación de la novela «Al otro lado del océano» en la biblioteca municipal de Tarazona

Buenas tardes a todos. 

El próximo jueves, día 22 del mes en curso, estaré en la biblioteca municipal de Tarazona (Zaragoza), presentando mi último libro. Se trata de la novela titulada: «Al otro lado del océano». 

El evento será presentado por la señora Concejala de Cultura del Ayuntamiento de dicha localidad, doña Walesca Navarro. Asimismo, me acompañarán: don José Luis Azon, Psicólogo transpersonal y don Antonio Gil, compositor y músico.

Os invito a participar de esta velada literaria tan especial para mí.

IMG_2630

Nota de prensa – Editorial Círculo Rojo

YA A LA VENTA.jpg

Al otro lado del océano

El autor, Manuel Cebrián, presenta bajo el sello de Editorial Círculo Rojo, Al otro lado del océano, una maravillosa novela, llena de pasiones y caracterizada por su ágil lectura. El autor transmite cómo los entuertos de la vida y la sociedad obligan a una persona a modificar su mundo y a uno mismo para adaptarse y sobrevivir.

Manuel Cebrián, ávido lector, a los quince años encontró en la pluma una forma de manifestación que le han llevado a la defensa de una serie de valores humanos como: sensibilidad, sencillez, libertad, integridad, respeto…, frente a un mundo, el nuestro, que todavía se aferra con denuedo, para su supervivencia, a lo material.

Esta novela y canto de esperanza está dirigida a todos los lectores que piensan y sienten que un mundo mejor es posible. Asimismo, a las personas que, por su edad, no vivieron la dictadura franquista.

El autor nos invita a que conozcamos en su obra el optimismo en situaciones difíciles.

Sinopsis

Al otro lado del océano narra la historia de un hombre que por pensar diferente, defendiendo valores como: libertad, paz, justicia, progreso, respeto, democracia…, concluida la Guerra Civil, tuvo que huir de España y exiliarse en México, para no ser fusilado o encarcelado, durante el franquismo. En aquel país empezó una nueva vida, una segunda oportunidad colmada de pruebas que, lejos de embrutecerlo, le hicieron interiormente más fuerte; más sensible, humano, sencillo y amante de los espacios abiertos y de la naturaleza, a la que siempre profesó auténtica veneración, como la que se brinda a esa amante experta, joven, bella y apasionada.

El protagonista de la obra, Julián Fuster, fue un ser humano libre, pacífico, coherente, metódico y juicioso; un hombre consciente de su imperfección, que jamás albergó deseos de ser perfecto. Un hermoso e inteligente anciano, que casi nunca estaba enfermo, porque no sabía lo que era la intemperancia ni las pasiones exacerbadas y que hizo de la necesidad virtud. Admirador de Epícteto, siempre tuvo presente uno de los principios de su Manual: “Abstente de pasiones, afectos y opiniones”.

Para escribir la presente narración, el autor, Manuel Cebrián, se ha servido de los diarios de Julián y de los datos que le facilitó verbalmente, con todo lujo de detalles: fechas, lugares, hechos, anécdotas… Asimismo, de lo que pudo extraer y deducir, durante su larga y estrecha relación con él; narración que empezó a gestarse, poco a poco, con las primeras conversaciones que Manuel mantiene con Julián, su inseparable amigo y protagonista de la obra.

 

Presentación de la novela «Al otro lado del océano» en el periódico digital Esmoncayo

manuel-cebiran-sin-fondo

El escritor zaragozano afincado en San Martín de la Virgen de Moncayo nos acerca su último trabajo.

Manuel Cebrián, escritor afincado en San Martín de la Virgen de Moncayo, el pasado mes de noviembre publicó su tercera novela, ‘Al otro lado del océano’. “Es la historia de un hombre libre, que precisamente por ser libre concluida la Guerra Civil española tuvo que huir a Méjico para no ser perseguido, fusilado, encarcelado o metido en un campo de concentración”, explica el propio autor de la obra.

A principios del año 2009 Cebrián comenzó a escribir ‘Al otro lado del océano’ , concidiendo con la muerte de Julián, amigo y protagonista del libro. Sin embargo, varios acontecimientos personales obligaron al autor a hacer un parón, “la creatividad se deja a un lado y uno empieza a sobrevivir”. Hasta el año 2017, época en la que la obra fue retomada.

“El protagonista es un hombre que fue un amigo íntimo mío que falleció hace escasos 10 años, ahora tendría 100 años”, indica Cebrián, señalando que “la historia versa sobre los valores humanos que él siempre defendió como libertad, integridad, honestidad e impecabilidad. Unos valores que ha intentado plasmar en el libro porque “en un mundo el nuestro se aferra a lo material, a cualquier precio” no son valorados.

La obra será presentada en Tarazona este mismo mes de febrero o a principios de marzo en la cafetería El Cultural. Además, Cebrián tiene intenciones de acercar su obra al público en la ciudad a través de otra presentación, así como llevar ‘Al otro lado del océano’ también a la capital aragonesa.

Esta es la tercera novela de Cebrián, licenciado en Medicina que ha desarrollado su trayectoria laboral como funcionario. Sin embargo, empezó “con 15 años a escribir redacciones y artículos cortos, ahí surgió la afición que se ha convertido en vocación”, ya que ahora mismo dedico prácticamente mi tiempo libre a la escritura”.

La primera aventura en el mundo de la literatura de este zaragozano fue un ensayo sobre la ayahuasca y el chamanismo, ‘La clara visión’, unas conclusiones a las que Cebrián llegó viviendo en Sudamérica. “Tuve la oportunidad de convivir con personas en la selva, viví con un chamán y su familia en una choza flotante, porque cuando se producen las lluvias en las cuencas de la Amazonia las aguas suben y estaba sustentada por troncos del árbol topa. Ahí empiezo a aprender medicinas alternativas, porque todas las medicinas que nos venden en las farmacias provienen del reino vegetal”, recuerda el escritor.

‘Querida Marielis enamorarse en Cuba’ fue la segunda obra publicada por Cebrián en el año 2005. Una novela que cuenta la historia de “un español que viaja a Cuba y se enamora de una cubana. Sus amigos y familiares le aconsejan que no se case con ella y efectivamente estaban en lo cierto”, tal y como el propio autor explica. “Un maremágnum de todas las necesidades que existen en Cuba y la picaresca que crea la cultura de la necesidad”, incide.

El escritor ya está trabajando en su próximo trabajo un ensayo que versa sobre “cómo somos manipulados por el sistema que nos rodea, se nos aboca a consumir, a tener cada uno un móvil, a tener un buen coche… Son los verdaderos dioses, amén de los Messis y Ronaldos”, adelanta Cebrián, confirmando que por ello, posiblemente, se titulará ‘Los últimos dioses’.

https://esmoncayo.com/al-lado-del-oceano-nueva-novela-manuel-cebrian/